Carta de un Santey cualquiera

Saludos amigos lectores que visitan este jardín de palabras y una que otra imagen. Yo soy Santey, por lo que puedo decir también: "Yo soy el que soy". Hace tiempo descubrí este medio de expresión, cree un mundo llamado ahora "Clío en el país de las maravillas". En él me he de refugiar de todo aquello que veo, huelo, escucho, siento y saboreo del mundo en donde vive aquel que decidió un día ser un pequeño dios y crearme. Aquel aprendiz de dios, sólo pensó en mí como un nombre. Pero ha errado en ello, pues puedo llorar, gritar, reír, bailar, dormir, soñar, y otras miles de acciones, lo que me reivindica como un ser ¿o no? Cierto es que dependo de él y de sus manos, de sus ojos, de sus pies y demás órganos, pero somos pepenadores que tomamos de aquellos paseos lo que a cada uno llena de alegría, de melancolía, amor, euforia, y otros estados emocionales, sus sacos de recuerdos.
Este ha de ser un refugio en primera instancia de cuentos, ideas, historias, preguntas, olvidos, que a través de mis libretas (que en ocasiones fungen como diarios), he anexado una tras una, y deciden ahora no esperar los medios, sino abonar esta tierra yerma. Espero que ustedes agreguen un saludo, una corrección, un remedio, caminos, pues aunque puedo caminar muchas veredas, no puedo caminar nunca todas, las cuales ustedes saben y yo, yo ignoro. Pues cada camino tiene a su caminante, y para mi sean guías, por favor…

Atentamente
Santey Herco

P.d. Santey comenta, que esta imagen de caricatura puede ser un poco él, pues desde que conoció a Ícaro, Walter Benjamín, y el Ángel de la historia, se pone unas alas de papel, se avienta desde la azotea, rompe sus huesos, y comenta con sus amigos, que no es por tontería ello, sino porque es un Ángel Ícaro, que cae con los pobres de la tierra, y no es que no sepa volar, sino se dice, un rebelde de los cielos y dioses que le acompañan…