viernes, mayo 15, 2009

Favor de no

Si, dime. No, ya te dije que aun no son las diez y media. Espera un poco, un poquito más,…me acorde de esa canción. Te acuerdas que la primera vez que me escuchaste cantarla, estábamos en la guagua. Y toda la gente se estrechaba en un baño de sudor pestilente y amargo. La señora que traía las bolsas llenas de arroz me acompaño en el estribillo y tú sacaste un cuaderno y te pusiste a pasar una pluma de arriba a abajo por la costilla de metal y dos niños comenzaron pegar sobre el vidrio con sus colores que sacaron de un estuchito con dinosaurios. Al bajar en tu casa, miramos con un poco de angustia ese mundo en ruedas que se alejaba, y con él, un futuro como tantos y como tantos, tan olvidado. ¿Te doy un poco de agua? Si ya sé que está un poco tibia, pero tómala, anda, un trago solamente. Me gusta ver tus labios secos, tocar con mi lengua tu piel que como tierra yerma se desquebraja en cada pliegue. Pero no te salgan “no’s” y “peros”, sé que no es día para eso. Es algo diferente el sol. No me regañes, ya sé que no te gusta que mire así al sol; recuerdo con sobradas lágrimas la historia de tu tía, que por mirar al sol se murió durante un viernes de esos santos. Alza un poquito los ojos, entiéndeme por favor que es diferente, no sé en qué lo es, será porque lo miro junto a ti, o será que lo miro desde una lejanía inmediata a ti. ¿Te seco el sudor? Joder, no traigo mi pañuelo, ayer lo saque a lavar, pero parece que se me ha enredado entre los calcetines o mis playeras, y entre el recuerdo y las distracciones. ¿Prendo la luz? Creo que el foco de la cocina esta fundido, pero no abren hasta el día de mañana la ferretería, y creo que ignoras, que mi hermano me narró de pequeño aquel cuento de Gabo, como historia de nota roja, y aun cuando la realidad se atasca en mis sueños, la fantasía se muestra sumisa al aliento quieto del terror, por eso no padeces de fugas de luz. Tengo un poco de comezón en la cabeza, es el sudor creo yo, si fueran piojos creo que serían poco fastidiosos. El auto está llegando. Tocan la puerta. ¿Estaré correctamente vestido para la ocasión? Traigo zapatos, traje, un corbatín, ¿que más se usará? ¿Necesitas aún más tiempo? Nos vemos algo tarde ya, cuídate. Sería cómico, muy cómico, que el encargado salga a la salita de espera y nos pregunte a alguno si tenemos un fosforo, yo ya no fumo, ¿lo sabías?



1 comentario:

Ivette Marie Serrano dijo...

Me parece perfecto para lo del .G Me gusta mucho. Solamente verifica algunos acentitos y ya.

Besos y abrazos hermano, eres un geniecito...

Sabes, se murió Benedetti...