jueves, abril 06, 2006

¡Santey contra las momias de la utilidad!

Y pues estaba ahí no...y pues que dice y que me dijo y que le dice...que chin, chin, y que pues nomás, tomas, y sácatelas...y pues hasta las manitas...y arriba Tepito que es mi barrio...

Santey ha echado un round esta mañana contra la utilidad...

Es un inútil. No sabe escribir (constátelo aste mismo, leyendo los post anteriores). Una vez intento aprender eso del Karate para defenderse de sus adversarios (entiéndase con esos, altos, gordos, mal encarados y pa eso del heroísmo con las señoritas), pero no más no paso de la cinta blanca. Una vez dijo lo mío, lo mío, es la música, pues ahí lo tienen buscando una guitarra, juntando todo un equipo musical y pues apenas sabiendo el chun ta ta, chun ta ta, que se van al metro y me los bajan (decepcionado sólo ahora le da por tocar el mismo chun ta ta, en recuerdo de sus días de artista). Pensó, no, lo mió, ahora si lo mió es el amor, sería bueno ser un buen don Juan, un Frank Sinatra...pero no, varios intentos fracasados se dieron. Cachetadas aquí, cachetadas allá, alegando las susodichas, que pa que no lo olvidará. La que le hizo cazó, al mes lo dejo. Después dijo ya me aburrí de todo lo que he hecho, de ahora en adelante estudiare la historia, y se metió a una librería compró muchos libros de esos gordos y de muchas citas, y se puso a leer todos. Se fue a los archivos y estudió sus secretos, sus telarañas, transcribió muchos documentos. Al terminar todo ello dijo: “Ya soy un ser útil”, y se fue por el mundo a hacer obras de historia para todos los pueblos, que no tuvieran una. Mientras la gente moría de hambre, no sabía leer, no le interesaba el pasado, sólo querían un mañana, y no de esos de esperanza, sino uno en donde aún respiraran su mundo circular. Desesperado por su inutilidad en las artes que había desarrollado anteriormente dijo: “A la tiznada lo mío es ser inútil, y en eso no se requiere ser útil”. Tomó su traje más remendado, su sombreo de paja, sus zapatos con hoyos para disimular andanzas viejas, un pito. Pero al llegar a Santa Clara del Cobre, un hombre llamado Pito Pérez ya tenía el puesto de inútil. Yendo de pueblo en pueblo, persiguiendo la inutilidad, encontró a un viejito, que le daba una botella de leche, por una historia (tonto, no sabía que al tal Pérez, una botella le daba el mismo individuo pero de aguardiente) lo hizo un día si, otro no. Pero llegó la moral al señor y le dijo que porque no le da por ser útil. Enojado vio que detrás disfrazado de sombra la utilidad manejaba al señor como títere. Enojado Santey, le ha dado una golpiza, le toco el chun ta ta, le tomó de los pelos a la onda karateka, le recitó una de sus poesías, ah…pero no le dijo palabras de amor…, al fin victorioso se le oyó decir: “Tanto trabajo que había hecho en ser inútil, pa que el jijo de la utilidad me lo viniera a quitar en un trompo.”

Atentamente
Santey Herco

Pd. Si Santey es inútil. Sólo que ha intentado ser útil y no lo han dejado. Mejor es ser un inútil toda tu vida, que útil en un trompo. La profesión de él, de historiador no le sirve. Pero mejor no ser historiador, sino un hijo del pueblo.

1 comentario:

Livi Jazmín dijo...

Me gusto la parte del chun-ta -ta. La inutilidad es lo de hoy.